Luego diréis que somos cinco o seis.

Hoy os traigo una selección de vídeos, que no todo va a ser obligaros a leer.
Una cosa es que yo sea un sujeto de la peor calaña, de esos que disfrutan con las letras, y otra muy distinta es que pretenda atraeros hacia la perdición en la que me hayo.
Así que vídeos, y sobre un tema interesante, no como cuando me da por hablar de la gilipollez esa de la política. Hoy os vengo a contar lo equivocados que están algunos cuando dicen que el pueblo está aletargado, y de como, cuando es necesario, somos capaces de mostrar nuestra bravura. Y un poco de fútbol también.

El primer vídeo os va a mostrar a un grupo de personas que ha decidido salir de sus casas, montarse en sus vehículos, y desplazarse hasta un aeropuerto, para, en el libre ejercicio de su derecho a la libertad de expresión, dejarle claro al equipo del que son seguidores, que se sienten decepcionados con las decisiones arbitrales que no le han permitido alcanzar la victoria.

 

En segundo lugar me gustaría que vierais como una multitud cargada de razones es capaz de presionar a las instituciones para conseguir algo que considera justo. En éste caso, que se avale al equipo de sus amores para que no descienda de categoría.

Ahora, quiero que observéis este momento en el que confluye la pasión y la devoción. Como este mártir, viéndose abocado a la entrada en prisión (por un delito que si que ha cometido), decide, orgulloso, quitarse de enmedio para no perjudicar a un club por el que ha dado los mejores años de su vida. Y quiero que observéis también como, el público, enfervorizado, sabe agradecerle el gesto.

Lo más bonito del vídeo que os voy a enseñar a continuación es como tira por tierra la teoría que se empeñan a lanzar a diestro y siniestro los pesimistas y los desconfiados del ser humano. Esa teoría de que, últimamente, no tenemos el valor necesario para defender lo nuestro. Acabáramos.

Y he dejado para el final la prueba definitiva que nos enseña que, como dice el lema de "Democracia Real Ya", no somos mercancía en manos de políticos y banqueros. Es un reportaje sobre unos hechos que acontecieron en 1995, aunque llenos de vigencia en nuestros días.

 

 

Después de haberos mostrado esta selección de imágenes en movimiento, espero haberos dejado constatado que el Pueblo Soberano tiene bien claras sus prioridades.